Cierre
13 de mayo de
2021
No es fácil acabar un libro que te ha gustado, en numerosas
ocasiones he dejado un libro a 15 páginas del final por el simple motivo de no
querer terminarlo. Es una especie de postergar lo inevitable, una sensación de
aferrarse a los buenos momentos y una forma de evitar el desamparo. Claro que
un libro bueno, que te gusta de principio a fin, te da muchas cosas, el problema
es esa sensación de vacío al no poder continuar leyéndolo. Como todo, los
libros tienen un final. Abierto, cerrado, espléndido, magistral, una mierda,
etc. Lo positivo es lo que siembra dentro de ti, que bien puede tardar en aparecer
o bien ser instantáneo.
Ayer, me pase el día entero sin escribir por este motivo, un
vacío me invadió, no tanto creándome un bloqueo sino algo mas parecido a la desgana. Un desprecio por todo lo que tenga que ver con la literatura, ganas de
fútbol y poco más. Se creó en mi un rechazo cultural como respuesta al vacío ocasionado
por, en este caso, El dolor de los demás, escrito por Mahn. Dejo el
nombre del autor así escrito porque mola. Hoy, lejos de los rencores del
desamparo, vuelvo a abrazar la literatura leyendo a Delibes, escribiendo y
refrescando sensaciones producidas por el último libro.
Una rama muy importante de la literatura es, sin duda, la
poesía. Y poético ha sido el gesto de Pablo Iglesias cortándose la coleta, como
los toreros. No deja los ruedos, pero deja el hemiciclo. Lugar en el que, ciertos días
podemos ser testigos de embestidas, quites y estocadas. Aunque, en defensa de
las plazas de toros del lugar del que se escapa Iglesias es mas parecido al
circo que a cualquier otro lugar de espectáculos. Unos siglos atrás, ante las
novedades diarias unos cuantos privilegiados escribían poesías para burlarse o
contarlas. Hoy, tenemos los memes. Con la nueva del corte de pelo, los ha
habido a pares, por supuesto. Con el peinado que aparece el ex-vicepresidente
puede estar diciéndonos muchas cosas: la pérdida de su fuerza como si fuera
sansón, su fin de ciclo en política, su intento de mejorar su imagen ahora que
va a salir en la tele, su iniciación en el selecto grupo al que ahora pertenece
(la casta), etc. Es independiente de donde procedan los gestos poéticos, cuando
se manifiestan, compete abrazarlos y disfrutarlos. Hoy en día hay mucha fealdad
en el mundo para dejar escapar los pequeños detallitos.
Y vamos cerrando, que el tiempo es demasiado valioso como
para desaprovecharlo y Delibes me está esperando.
DMX.
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